YOGA EMBARAZO PRIMER TRIMESTRE
Practicar yoga con prudencia durante el embarazo es una poderosa forma de prevenir molestias, adaptar el cuerpo y las caderas para los cambios, conectar con el bebé en crecimiento y prepararse para el parto.
Sin duda, igual que cada cuerpo es distinto, también lo es cada embarazo, y siempre debes consultar con tu ginecólogo de confianza y respetar su opinión e indicaciones sobre tu periodo de gestación.
CLASES DE YOGA PRIMER TRIMESTRE DE EMBARAZO
Durante el primer trimestre de embarazo, el más delicado, hay que tener especial prudencia y una actitud adecuada en la práctica de yoga, prestando mayor atención a las posturas. Si practicas yoga fuera de casa, lo mejor es que avises a tu profesor que estás embarazada para que te haga las adaptaciones necesarias y te indique si debes modificar o evitar algún asana. (postura)
Si tienes poca experiencia practicando yoga, lo más recomendable es empezar con cuidado, evolucionando desde posturas suaves enfocadas en el estiramiento y la respiración. Pero sea cual sea tu práctica, en todas coincide que es un periodo de adaptación y debe tomarse con tranquilidad y conciencia en los movimientos y ejercicios que se realicen.
POSTURAS DE YOGA PARA EMBARAZADAS PRIMER TRIMESTRE
En este primer trimestre, cuando te encuentras más cansada y con náuseas, el yoga nos ayuda a mantener lo más regulares posible nuestros niveles de energía.
Además, los ejercicios de respiración o Pranayama más lentos y calmados, como la respiración alterna, Nadhi Sodhana (respiración alterna 3:6-inhalo en tres tiempos, exhalo en seis tiempos- sin retención) o la respiración nasal natural Ujjayi, pueden ayudarte a rebajar las náuseas y estar más tranquila y relajada durante esta nueva etapa de la vida.
Poner foco en la respiración rebaja la ansiedad que produce esta etapa y todos lo cambios que se van a producir.
Para trabajar la fuerza, practicar el Saludo al Sol Adaptado y guerreros manteniendo la postura se pueden practicar, aunque realizando movimientos lentos y suaves, para evitar caídas y posibles mareos.
Las posturas en el suelo son muy convenientes y se pueden utilizar materiales de refuerzo como mantas o un cojín para elevar ligeramente las caderas y apoyar correctamente la espalda en la esterilla.
¿PUEDO PRACTICAR YOGA ESTANDO EMBARAZADA?
LAS 5 CLAVES PARA PRACTICAR YOGA DURANTE EL EMBARAZO
EMBARAZO Y YOGA
1. Cuida tu cuerpo, cuida tu mente.
Durante el embarazo, el cuerpo cambia más rápidamente, es como si la embarazada tuviera que aprender a moverse y a respirar nuevamente. Las clases de yoga prenatal trabajan para preparar mejor el cuerpo para adaptarse a estos cambios a nivel físico y mental.
Con la práctica de posturas (asanas), se puede lograr músculos fuertes y flexibles, cualidades necesarias para un embarazo y un parto saludables - como la respiración - para aumentar la capacidad de respirar y un mayor estado de calma y presencia.
La conciencia corporal y respiratoria mejora la conciencia postural, lo que previene y alivia el dolor de espalda y otras enfermedades del embarazo.
Las técnicas simples de meditación y relajación al final de cada clase ayudarán a reducir el estrés.
2. Estar mejor preparada para el día del parto
Muchas mujeres quieren un parto natural (vaginal). Todo lo que se hace a nivel de fuerza y flexibilidad de las piernas, pelvis y suelo pélvico y la conciencia de las vías respiratorias durante el embarazo puede facilitar el proceso del parto.
Por otro lado, el dolor es probablemente uno de los mayores temores que al que enfrentan las mujeres embarazadas.
Todos tendemos naturalmente a cerrarnos o tensarnos ante el dolor, lo que nos lleva a un estrés aún mayor.
El yoga puede ayudar a romper este ciclo, ya que permite que el dolor de la respiración y la conciencia corporal estén relacionados con la aceptación.
Puedes aprender a surfear las olas del dolor en lugar de ahogarte en él.
3. Te vincularás con el bebé y te encontrarás.
La clase de yoga puede ser un espacio para conectarse con el bebé y el embarazo desde el 'camino del ser” en lugar del 'camino del hacer”.
Siente más de lo que piensas. Es una excelente manera de literalmente hacer espacio en tu vida y practicar para tu bebé.
El cambio constante te da la oportunidad de escuchar a tu cuerpo y ver que reacciona de manera diferente a medida que avanza el embarazo.
4. Conocerás a otras mujeres, crearás una comunidad de futuras madres.
Una de las ventajas del yoga prenatal es la capacidad de adherirse al compañerismo con otras mujeres embarazadas.
Compartir este viaje con otras mujeres puede aliviar tu ansiedad si descubres que no ere s la única que tiene dudas, malhumor o miedos.
En estos grupos hay mujeres que comparten información sobre dónde y cómo darán a luz, cómo resolver sus enfermedades y en ocasiones forman amistades que se convierten en un grupo de futuro de postparto, un grupo de atención o simplemente amigas.
5. Desarrollas tu inteligencia emocional.
El yoga prenatal no significa que tengas el nacimiento perfecto.
Quizás la lección más valiosa es ser capaz de aceptar la perfección del parto que te afecta, independientemente de si es como lo pretendías.
Algunas mujeres pueden sentirse frustradas o culpables de no haber tenido el parto que querían.
Practicar la aceptación y la gratitud puede ayudarlo a lograr un parto que no salga según lo planeado o imaginado y puede ser útil en el delicado momento posterior al nacimiento.
De hecho, son habilidades para seguir cultivando y practicando durante la maternidad. Toda la vida.
Muchas mujeres embarazadas prefieren esperar hasta el segundo trimestre para reanudar su práctica.
Estos son los beneficios del yoga prenatal para mujeres embarazadas y bebés:
● Mejora el sueño.
● Reduce el estrés y la ansiedad.
● Aumenta la fuerza, flexibilidad y resistencia de los músculos necesarios para el parto.
● Reduce el dolor de espalda, las náuseas, los síntomas del síndrome del túnel carpiano, los dolores de cabeza y la dificultad para respirar.
● Aumenta la tranquilidad y la autoeficacia.
● Puede ser útil para tratar la inestabilidad del estado de ánimo, los trastornos musculoesqueléticos, el dolor y el aumento de peso.
● Puede aliviar la depresión que sufren algunas mujeres durante el embarazo.